Cómo quitar el óxido sin productos químicos

Todo lo que esté hecho de metal que contenga hierro, se oxidará. Desde nudos y cerrojos, hasta una puerta completa, cualquier cosa hecha de metal seguramente se oxidará cuando esté siempre expuesta al agua y al aire. Estos materiales de hierro deben protegerse del polvo con aceite o pintura, pero cuando el óxido todavía encuentra su camino para formarse y acumularse, es necesario limpiarlo y eliminarlo.

Hay varias formas de eliminar el óxido de los materiales de hierro, una de las cuales es usar soluciones químicas para disolver el óxido y eliminarlo de la superficie. Sin embargo, las soluciones químicas son dañinas, especialmente cuando las utilizan personas que no son profesionales en el hogar. Hay varias formas alternativas de eliminar el óxido sin el uso de productos químicos, que son más seguras, más simples (pero no exactamente más fáciles) y se pueden hacer incluso en casa.

  1. La forma más básica y sencilla de eliminar el óxido es usar una lana de acero o papel de lija y frotar la superficie a fondo hasta que se elimine el óxido de la superficie. Este método está bien cuando el material que necesita limpiar no es tan pequeño y no tiene detalles intrincados. Las superficies lisas son fáciles de fregar, pero requerirá mucho esfuerzo manual. La persona que se friega debe usar guantes protectores y cubrirse la boca y la nariz para evitar inhalar el polvo. También es posible cubrir la superficie con aceite primero, antes de fregar, para suavizar el óxido de alguna manera y evitar que el polvo seco circule en el aire. Para superficies muy grandes, el pulido o el chorro de arena pueden ser realizados por profesionales.
  2. Los artículos del hogar se pueden utilizar para eliminar el óxido de forma segura. Los únicos materiales necesarios son la sal (no los que están yodados o tratados) y el extracto de cal. Espolvorea sal sobre la superficie oxidada y exprime lima sobre la sal hasta que la superficie esté empapada. Déjelo reposar de 2 a 3 horas, luego frote la superficie con un estropajo. Será más fácil de fregar porque la mezcla de sal y cal ablanda el óxido y lo separa de la superficie metálica. Esta mezcla puede ser más práctica para materiales oxidados que tienen diseños y detalles intrincados, o para los materiales metálicos más caros en el hogar, como figurillas ornamentales. Frotar estos materiales con lana de metal está fuera de discusión, ya que dejará marcas de rayones en la superficie. Para materiales metálicos delicados, en lugar de utilizar un estropajo,

Una vez que se haya eliminado el óxido, asegúrese de aplicar una capa protectora sobre el material metálico para evitar que se oxide aún más. Además, no tome en cuenta el período de tiempo en el que un material metálico se oxida nuevamente, de modo que se pueda realizar una limpieza programada y el material no acumule demasiado óxido antes de que se vuelva a limpiar. Esto es especialmente importante para los vehículos y otros materiales y máquinas que se utilizan habitualmente en el hogar o en fábricas e instalaciones de fabricación.

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