En el mundo moderno de hoy, en gran medida damos por sentada la electricidad. Sin embargo, casi todo lo que nos rodea es operado por él. Nuestras casas se calientan e iluminan con electricidad. Los ordenadores, los televisores, las consolas de juegos y muchos más electrodomésticos funcionan con electricidad. A menudo, conectamos estas cosas a la pared, sin pensar en de dónde proviene la electricidad que las alimenta.
La electricidad se produce en las centrales eléctricas en grandes cantidades. Cada planta puede producir suficiente energía para proporcionar electricidad a muchos miles de hogares. El problema es llevar la electricidad de estas plantas de energía a los hogares y negocios que la utilizan. Aquí es donde entra en escena la red de distribución. Desde las centrales eléctricas hasta los consumidores hay una gran red de líneas eléctricas y equipos eléctricos. De hecho, todas las centrales eléctricas del país están conectadas para formar una red de distribución masiva. Sin embargo, esta red no es simplemente cables que conectan plantas de energía y consumidores. Hay muchos pasos intermedios.
Primero, debemos comprender la naturaleza del poder que se transmite. Hay dos tipos de electricidad que se utilizan en la transmisión de energía: corriente alterna (CA) y corriente continua (CC). En la naturaleza, la electricidad existe en forma de CC. El rayo es un ejemplo de corriente continua a muy alto voltaje. La corriente continua es tal que su polaridad es constante, solo viaja en una dirección, positiva a negativa. Corriente alterna diferente en que la polaridad cambia constantemente, de positivo a negativo y viceversa. Esto significa que la corriente invierte las direcciones en cada ciclo.
Tanto la energía CC como la CA se pueden transmitir a través de líneas de distribución de energía. Sin embargo, la CC está limitada por el hecho de que su voltaje no se puede cambiar fácilmente. El alto voltaje destruiría los electrodomésticos, mientras que el bajo voltaje sería demasiado caro de transmitir. Cuanto mayor sea el voltaje, más potencia se puede transmitir y más potencia se puede transmitir a través de líneas más delgadas. Por esta razón, la energía se distribuye como CA. El voltaje de CA se puede cambiar fácilmente usando un dispositivo llamado transformador. El voltaje se aumenta para facilitar la transmisión a través de líneas eléctricas y luego se reduce para su uso en hogares y negocios. Gracias a la CA, la energía se puede transferir fácilmente en grandes cantidades a grandes distancias, lo que reduce significativamente los gastos de distribución.
Para ahorrar aún más en gastos, la energía CA se transmite en un sistema trifásico. En este sistema, se utilizan tres cables. Cada cable cambia la polaridad en un momento diferente al del otro, por lo que la corriente siempre fluye entre ellos. Por ejemplo, dos cables pueden ser positivos (+) y el otro negativo (-). Dos cables también pueden ser negativos en un momento dado y uno será positivo. Esto elimina la necesidad de un cable de retorno (neutro). De lo contrario, un sistema similar necesitaría seis cables en lugar de tres. Esto nuevamente reduce significativamente el precio de transmitir energía a largas distancias.
Estas innovaciones en las líneas eléctricas de distribución permiten que la energía se entregue fácilmente a los hogares y empresas de todo el país de una manera asequible.